lunes, 12 de enero de 2009

GRACIAS A UNA INICIATIVA PRODUCTIVA DE LA FUNDACION PAR


Ayudan a los discapacitados a que puedan desarrollar negocios
A los ganadores de un concurso les dan créditos sin intereses y los capacitan.
Por: Sibila Camps
CON PROYECTOS. A ADRIAN VELIZ Y SERGIO MAIDA LES FINANCIARAN EL NEGOCIO DE DETERGENTES Y PARRILLAS PARA AUTOS. ESTAN FELICES Y ENTUSIASMADOS.
Si conseguir trabajo es difícil, para una persona con discapacidad se convierte casi en una utopía, y con frecuencia por culpa de los prejuicios. Muchos intentan entonces iniciar un camino por su cuenta, y se les ocurren buenas ideas de negocios; pero la distancia del dicho al hecho se les hace más penosa que a otras personas. Salvo cuando no quedan solos en la convicción de mirar todo lo que pueden hacer.
Ideas y voluntad, no faltan: al VI Concurso de Microemprendimientos de la Fundación Par se presentaron 50 iniciativas. Los 22 finalistas recibieron un curso de capacitación: "Diez intensas clases de cuatro horas, y mucha tarea para que desarrollen en sus hogares", describe el docente, Alejandro del Mármol, director de Programas de Par. Y las cinco iniciativas más viables están siendo financiadas con diversos créditos, con sumas cercanas a $ 3.500.
Entre ellos está Sergio Maida (44), casado y con dos hijos, un metalúrgico y técnico mecánico de alma, que se da maña para todo: "Manejo torno, fresa y limadoras. Como herrero, hago trabajos sobre plano, así como mantenimiento y fabricación de piezas. Y he trabajado en control de calidad". Prolijo y creativo, inventa regalos para la familia y los amigos. Sin embargo, "muchas veces fui rechazado en empleos con sólo presentarme", con el argumento de que por su baja estatura no podría manejar las máquinas.
Observó que desde 2004, muchos vehículos salen de fábrica con parrilla de plástico o incluso sin ella, investigó y empezó a fabricar parrillas cromadas para Peugeot 206, Ford EcoSport y las camionetas Ford Ranger, "para proteger y darle belleza al auto", explica. Con el crédito comprará materia prima y máquinas, pero al mismo tiempo tiene varios planes para promocionar su emprendimiento: "Ahora que terminé el curso, no sé qué es más valioso, si el financiamiento, o lo que aprendí".
Adrián Véliz (41), un mecánico de Austral que se acogió al retiro voluntario, comenzó a tener limitaciones físicas a partir de 2003, cuando los médicos le declararon una esclerosis múltiple. "Agarré la bici, empecé a fraccionar productos de limpieza y me largué por mi cuenta", cuenta este padre de dos hijos. Al tiempo que empezaba a necesitar los bastones canadienses para desplazarse, pudo comprarse un ciclomotor con acoplado, para ampliar el radio de reparto.
El subsidio le permitirá comprar mercadería para ampliar y diversificar la oferta, mejorar el etiquetado e invertir en publicidad. "En Par me consiguieron un curso en el INTI para la elaboración de detergente, lo que me permitió aumentar más del 30% el margen de ganancia", cuenta Veliz. Su proyecto apunta alto: "Hoy mi objetivo fundamental es poner un negocio en casa y dejar el reparto".
A la psicoanalista Analía Fiore (33) siempre le gustó escribir. Y si crea los cuentos para su hija de 5 años no es porque ya no pueda leer, a causa de una retinitis pigmentaria, sino gracias a su imaginación. Así nació un juego de cuatro libritos ilustrados, con páginas plastificadas y anilladas, cómodos y resistentes a las manos de niños de 3 a 5 años, insertos en un "packaging" de tela.
"Los pensé como una manera de que adultos y niños puedan empezar a dialogar -explica-. Al final incluyen una propuesta para compartir una actividad relacionada con el cuento". Analía ya vendió casi todos, en ocasión de originales presentaciones. El crédito recibido le permitirá sacar una nueva tirada, y sumar un nuevo título, impreso en Braille y en tinta, con ilustraciones en colores y sello de agua, que da relieve a los dibujos. "Quiero hacer algo integrador -un adulto ciego que lee a un chico vidente, o a la inversa, o ambos ciegos o ambos videntes-, y rescatar el acto de leerle un cuento a un niño, sentado a los pies de la cama, algo por demás reconfortante".
Ahora, los tres microemprendedores devolverán el crédito en 24 cuotas sin interés gracias al Citibank, el que también les dará, durante un año, el apoyo de mentores voluntarios para ayudarlos a sostener sus proyectos. Al igual que sus antecesores, tendrán 6 meses de gracia y la posibilidad de renovar el préstamo en función de un nuevo plan de negocios.
Y para el resto del año seguirán las oportunidadesa, ya que el concurso se abrirá en Misiones, Buenos Aires, Córdoba y la ciudad de Comodoro Rivadavia.

Fuente: Diario Clarin